El monje Chu Lai
Fue apaleado por un mentor que no creía en nada de lo que le decía.
Sin embargo, la señora del mentor era una admiradora de Chu Lai, y pidió a su esposo que le ofreciera una disculpa.
Disgustado, pero sin el coraje de rechazar los sentimientos de su señora, el señor fue al templo con ella y susurró algunas palabras de disculpa.
“No te disculpo”, contestó Chu Lai, ” regresa al trabajo”.
La señora se horrorizó. “¡Mi esposo está avergonzado, y tú no eres amable!”
Y Chu Lai contestó:
” En mi alma no hay odio. Pero si no lo lamenta de verdad, es preferible que admita ahora que está enojado conmigo. Si aceptara su perdón, estaríamos generando un falso sentimiento de paz, y esto incrementaría aún más la rabia de su esposo”.
Una historia que en la actualidad podemos ver muy a menudo, muchas veces pedimos perdón sin arrepentimiento, o perdonamos para luego recordarle a esa persona el error o la falta que a cometido.
A esto se refiere Chu Lai cuando dice: En mi alma no hay odio.
Pero si no lo lamenta de verdad, es preferible que reconozca que me tiene rabia.
Realmente, el sabia que ese hombre fue obligado a pedir perdón y no salió de su corazón.
Autor: Paulo Coelho
Lee mas reflexiones aqui
Siguenos en Intagram
Comentarios (3)
Qué sabiduría en la respuesta y qué entereza para no aceptar la hipocresía acomodaticia. Ojalá pudiéramos replicar en nuestras vidas la coherencia de éste mensaje.
“Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres…”, Verdad en todos los sentidos, ¿por qué he de reconocer que no estoy enojado si lo estoy? ¿por qué he de perdonar si no me sale del alma?… Otra cosa es dejarse llevar por los instintos, y buscar venganza, etc… Pero si mi alma me dice no, es no… Mañana seré otro, y ya veremos que dice mi alma, pero la gente, la sociedad está demasiada acostumbrada a mentir por convenio social… Y eso genera, una sociedad viciada, nada es natural, nada es verdadero, nada es sincero, y en un mundo así, los que salen ganadores, son los mentirosos… Pero bueno, allá cada cual, no todos viven con sinceridad, con verdad, viven según convenios sociales, y si siguen las “normas” de comportamiento, quizá tenga la aprobación del mundo, pero no de ellos mismos ni de Dios si es que existe… En cualquier caso, el que miente no llegará muy lejos, se llevará a la gente de calle… pero a que gente… En fin… Allá cada cual… Y recordado las palabras del Maestro… “Tened Coraje, Yo he vencido al mundo”. Un abrazo… ;)
Excelente respuesta del Monje ya que su arrepentimiento no fue sincero. Solo lo hizo para complacer a su esposa. Eso pasa mucho en la vida diaria