El rey y el ermitaño
Un viejo ermitaño fue invitado una vez a visitar la corte del rey más poderoso de aquellos tiempos.
“Envidio a un hombre tan santo, que se contenta con tan poco”, dijo el gobernante.
“Envidio a Su Majestad, que se satisface con algunas cosas menos que yo”, respondió el ermitaño.
“¿Cómo eres capaz de hablar así, si todo este territorio me pertenece?” – dijo el rey ofendido.
“Por esa misma razón. Tengo la música de las esferas celestiales, tengo los ríos y las montañas del mundo entero, tengo la luna y el sol, porque tengo a Dios en mi alma. Su Majestad, en cambio, sólo tiene este reino.”
Autor: Paulo Coelho
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Comentarios (5)
Quién era el verdadero Rey…? “Un Rey con harapos es un Rey” J.C ( Evangelio de Santo Tomás)
Gracias. Por tan sabios consejos.
Espero verme favorecida con sus breves lecturas.
Muy bonita lectura aprender de sus lecturas es maravilloso Gracias gracias ..
Contentarse es diferente a satisfacerse. Por un lado, el rey puede que haya querido decir: Ufff cómo te conformas con tan poco!? Mientras que, luego, el ermitaño haya querido decir: Ufff, qué pena por este hombre quien se alegra con tan poco respecto de lo mucho que en la vida existe para estar feliz. El sentido de la abundancia es diferente para unos y para otros.
Gracias x tan excelente lectura, cada una tiene un propósito de vida