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Árboles y Pueblos
En el desierto de Mojave, uno se encuentra a menudo con esos famosos pueblos fantasmas que fueron construidos alrededor de las minas de oro. Fueron abandonados cuando todo el oro había sido extraído. Habían servido a su propósito y no había razón para que nadie siguiera viviendo allí.
Cuando caminamos por un bosque, vemos árboles que, una vez que han servido a su propósito, han caído. Sin embargo, a diferencia de los pueblos fantasmas, su caída ha abierto espacio para que la luz penetre, han enriquecido el suelo y sus troncos están cubiertos de nueva vegetación.
Nuestra vejez dependerá de la forma en que hemos vivido. Podemos terminar como un pueblo fantasma o como un árbol generoso, que sigue siendo importante incluso después de su caída.
Autor: Paulo Coelho
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Comentar (1)
Totalmente verdad, nuestro servicio en esta vida jamas termina porque aun partiendo de esta vida terrenal nuestro servicio queda plasmada en las personas que alguna ves les ayudo nuestro servicio y mientrasta tanto seguimos sirviendo xq en sus memorias seguimos floreciendo algo vivo que queda para siempre.