10 poderosas lecciones de vida del alquimista
El alquimista
Es uno de los libros más vendidos de la historia, con más de 65 millones de copias en 56 idiomas diferentes. La historia de Santiago, el niño pastor en un viaje para realizar su “Leyenda Personal” ha inspirado a personas de todo el mundo a vivir sus sueños.
Aquí hay diez de los pasajes y lecciones más populares para aplicar a su vida:
1. El miedo es un obstáculo más grande que el obstáculo mismo.
Dile a tu corazón que el miedo al sufrimiento es peor que el sufrimiento mismo. Y que ningún corazón ha sufrido jamás cuando va en busca de sus sueños, porque cada segundo de la búsqueda es un segundo encuentro con Dios y con la eternidad.
Cualquier nueva búsqueda requiere entrar en un territorio inexplorado, eso da miedo. Pero cualquier gran riesgo conlleva una gran recompensa. Las experiencias que obtenga al perseguir su sueño harán que valga la pena.
2. Lo que es “verdadero” siempre perdurará.
Si lo que se encuentra está hecho de materia pura, nunca se echará a perder. Y siempre se puede volver. Si lo que hubieras encontrado fuera solo un momento de luz, como la explosión de una estrella, no encontrarías nada a tu regreso.
La verdad no puede ser velada por el humo y los espejos, siempre se mantendrá firme. Cuando busque la decisión “correcta”, será la que resista las pruebas del tiempo y el peso del escrutinio.
3. Romper la monotonía.
Cuando cada día es igual que el siguiente, es porque la gente no reconoce las cosas buenas que suceden en sus vidas cada día que sale el sol.
La gratitud es la práctica de encontrar lo bueno en cada día. La vida puede volverse fácilmente estancada, mundana y monótona, pero eso cambia dependiendo de lo que elijamos ver. Siempre hay un lado positivo, si lo buscas.
4. Abraza el presente.
Porque no vivo ni en mi pasado ni en mi futuro. Solo me interesa el presente. Si puedes concentrarte siempre en el presente, serás un hombre feliz.
No tiene sentido vivir en el pasado y dejar que te defina, ni perderte y angustiarte por el futuro. Pero en el momento presente, estás en el campo de las posibilidades: la forma en que te involucres con el momento presente dirigirá tu vida.
5. Su éxito tiene un efecto dominó.
Eso es lo que hacen los alquimistas. Muestran que, cuando nos esforzamos por ser mejores de lo que somos, todo lo que nos rodea también mejora.
El crecimiento, el cambio y la evolución forman parte del tejido de la realidad. Convertirte en una mejor versión de ti mismo crea un efecto dominó que beneficia a todo lo que te rodea: tu estilo de vida, tu familia, tus amigos, tu comunidad.
6. Toma la decisión.
Cuando alguien toma una decisión, realmente se está sumergiendo en una fuerte corriente que lo llevará a lugares que nunca había soñado cuando tomó la decisión por primera vez.
Es fácil sentirse abrumado por las incógnitas y los detalles más finos de sus sueños. Las acciones surgirán de tener confianza en su decisión; sentarse en la cerca no te llevará a ninguna parte.
7. Sea poco realista.
Veo el mundo en términos de lo que me gustaría que sucediera, no de lo que realmente sucede.
Algunos de los mayores inventos no habrían sucedido si la gente hubiera optado por aceptar el mundo tal como es. Los grandes logros e innovaciones comienzan con una mentalidad que ignora lo imposible.
8. Sigue levantándote.
El secreto de la vida, sin embargo, es caer siete veces y levantarse ocho veces.
Porque la octava vez podría ser tu gran avance. Algunas de las mejores novelas de la historia se publicaron después de recibir cientos de rechazos. Afortunadamente, esos autores nunca se rindieron.
9. Concéntrese en su propio viaje.
Si alguien no es lo que los demás quieren que sea, los demás se enojan. Todo el mundo parece tener una idea clara de cómo deberían llevar sus vidas otras personas, pero ninguna sobre la suya propia.
Es fácil dejarse influir por los demás, pero te sentirás miserable si terminas viviendo la vida de otra persona. No hay nada de malo en seguir consejos y aprender de los demás, pero asegúrese de que se alinee con sus deseos y pasiones.
10. Actúe siempre.
Solo hay una forma de aprender.
Es a través de la acción.
Puedes estudiar, leer y escuchar hasta que te pongas azul en la cara, pero la experiencia completa es cuando tomas medidas y dejas que la goma toque el camino. Una vez que hayas terminado de apuntar, aprieta el gatillo.
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