La historia de Dechen
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La historia de Dechen

Dechen era un aprendiz budista. Vivía feliz en un monasterio situado en lo alto de una montaña tibetana. Se sentía realmente agradecido de poder participar junto a sus compañeros de una vida dedicada a la contemplación y a la meditación. Y aprendía con rapidez bajo la tutela de su maestro, Angmo.

La gran pasión del pequeño Dechen era la jardinería. Le encantaba cuidar de las plantas y flores del monasterio y mimaba cada uno de los árboles que embellecían el jardín.

Sin embargo, un día de tempestad, Dechen se encontraba fuera, en el campo, recogiendo con su pequeño cántaro agua de la lluvia. De pronto descubrió una hermosa flor de pétalos frágiles y blancos y temió que el viento la marchitara.

No se lo pensó dos veces, y arrancó la flor con su raíz para plantarla en una maceta.

– Aquí estarás a salvo- dijo Dechen orgulloso.

Colocó la maceta en su cuarto, junto a la ventana, para que recibiera luz del sol cada mañana.

El joven aprendiz se obsesiona con su flor

Su maestro lo observaba todo, y aunque intuía que algo malo iba a ocurrir, decidió dejar que el joven aprendiera de su error por sí mismo.

Al principio, la flor parecía lucir bien hermosa junto a su ventana. Dechen solo tenía ojos para ella. Comenzó a dejar de cuidar el resto del jardín. Se pasaba los días observándola. Más aún cuando de pronto comenzó a notar que su flor se marchitaba. Entonces, el joven sintió una profunda angustia. No sabía qué hacer. Permanecía constantemente al lado de su flor. Tal es así, que dejó de ir a los rezos y de participar de sus tareas diarias.

El maestro Angmo, enfadado y a la vez entristecido, decidió intervenir. Observó que las plantas del jardín estaban muriendo y entró en el cuarto de Dechen:

– ¡No puedes abandonar todas tus tareas por esta flor!

– No lo entiendes, se está muriendo, me necesita… – dijo muy triste Dechen.

– Tal vez no hayas entendido lo que tu flor necesita. Tal vez la estés regando demasiado mientras que dejas sin agua a otras flores.

– No, si no la riego tanto…

– No me refiero a ese tipo de agua… Debes soltar el control. Tu flor se siente encerrada.

El resurgir de la flor

Dechen lo comprendió todo… Debía devolver la flor a su lugar natural. No podía poseerla porque era libre. Y muy a su pesar, decidió soltar las cadenas que le ataban a ella.

El joven aprendiz caminó despacio hacia el lugar donde la encontró y descubrió que habían nacido muchas otras flores como ella. Entonces, la sacó con cuidado de la maceta y la plantó de nuevo junto a sus compañeras.

En pocos días, su flor volvió a revivir. Era sin duda la más hermosa. El monje se sentía realmente feliz, y acudía a diario para admirarla.

Reflexiones sobre este cuento sobre la necesidad de soltar el control

Este precioso corto animado del monje tibetano nos lleva a reflexionar y plantearnos todos estos pensamientos:

  • Las obsesiones son malas: cuando nos obsesionamos con algo, queremos poseerlo a toda costa, hacerlo nuestro. Pero cuando lo que amamos y queremos no es un objeto, sino un ser vivo, no podemos atarlo a nosotros. Debemos dejarle vivir en libertad y disfrutar del cariño que nos ofrece a cambio.

Una obsesión esclaviza, a quien la siente y a quien la padece. Por eso Dechen, el pequeño monje aprendiz, deja en un momento dado de acudir a sus obligaciones (en este caso, los rezos). Su obsesión por la flor es tal, que solo vive para ella, sin darse cuenta de que se convirtió en su esclavo y que ella, la flor, muere poco a poco por la falta de libertad, porque fue arrancada de su hábitat natural y trasladada a un lugar que no le corresponde. El apego no es malo si no es enfermizo, si no resta libertad al otro y si no nos hace daño a nosotros mismos.

«Una obsesión esclaviza a quien la siente y la padece»

Reflexiones sobre ‘Dechen’

  • La importancia de no intervenir en el curso de la vida: no podemos frenar la Naturaleza ni intervenir, porque seguramente solo consigamos estropearlo todo. La Naturaleza debe seguir su rumbo sin interferencias. Crecer en el tiempo indicado, atravesar las adversidades que se presenten… y morir cuando llegue el momento. Es imposible detener este ciclo.

 

Comentarios (8)

  • Fernanda

    Excelente reflexion, nos enfocamos tanto, en alguien o en algo y nos olvidamos hasta de nosotros mismos. Los apegos no nos dejan fluir.

    14/06/2021 a las 8:17 PM
  • Lucrecia Hidalgo

    Me gusta muchisimo…son historias muy interesantes y completas que se leen desde el principio hasta el fin,sirven de ejemplo.Saludos, gracias por compartir.

    14/06/2021 a las 8:43 PM
  • Lisseth

    Me encantó la historia

    15/06/2021 a las 12:33 AM
  • Beto Benítez

    Excelente mensaje y muy bonita la historia, definitivamente este es el mejor sistema de aprendizaje, la lectura de historias como está.

    24/12/2021 a las 8:21 AM
  • Karina

    Que hermoso ?
    Así es, a todos no a pasado por querer hacer lo mejor, en un ambiente natural y libre queremos controlarlo y no se puede, así vemos las consecuencias, por eso es importante los amigos que te lo digan.
    Gracias por la linda historia

    24/12/2021 a las 2:50 PM
  • Loui Judith

    Mucho por aprender.
    El amor es libre, en cualquier campo.
    En ocasiones nos cansamos muy pronto con el invierno por ejemplo,sin envargo éste durará lo que tiene que durar.
    Otro ejemplo puede ser, te gusta una persona, pero él o ella solo te aprecia como ser humano, no como el amor de pareja… Y tantos ejemplos para sitar.
    Dejemos fluir, aceptar la naturaleza de cada uno.

    18/04/2022 a las 4:01 PM
  • Araceli

    Buenas tardes que hermosa Reflexión , y tan cierta que habeces nosotros los seres humanos , no nos damos cuenta que nos atamos a la gente , las cosas o lo que nos rodea , y hasta uno mismo se descuida por cuidar lo de tu al redor o la personas con las que vives , pareja familia y hasta los animales que cuidamos y dejamos de hacer tanto por uno mismo seamos felices y enseñemos primero a querernos a nosotros mismos y no ser tan apegados a las cosas y seremos felices
    saludos Ara desde México

    16/06/2022 a las 3:49 PM
  • miriam hernandez

    Gracias.
    Muy bonita y excelente reflexion.

    17/06/2022 a las 2:03 PM

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