¿Amor u obsesión? Señales que te ayudarán a identificar si te estás obsesionando
¿Amor u obsesión? Existen señales que pueden indicar que lo que sientes no es amor y has cruzado la línea. Es decir que experimentas una obsesión por alguien.
Veamos. El amor es uno de los sentimientos más intensos y más complejos que una persona puede sentir. Se han escrito cientos y miles de libros sobre él, y se ha intentado definirlo interminables veces, debido a que no existe una única manera de vivirlo.
El amor y la obsesión pueden llegar a confundirse, porque ambos se viven con mucha intensidad. Pero, lo cierto es que son dos situaciones muy distintas y llevan a distintos puertos.
Cuando el amor se sale de control puede dejar de serlo para transformarse en una obsesión, con motivaciones, dinámicas, deseos y expectativas que -aunque quieran simular ser las mismas- son muy diferentes a las propias del amor.
Señales de una obsesión.
1ra señal: Ambición de control.
Intentar tener el control es -por definición- querer dirigir o dominar a una persona. En la obsesión, se da una necesidad imperiosa de controlar a la otra persona. Esto generalmente se refleja en el afán desmedido por ser protagonista obligatori@ de la agenda del otr@. Compartir momentos es una obligación.
2da señal: Dependencia y ausencia de autonomía.
Al sentir obsesión por una persona, la entrega al vínculo es del 100% y más. Se comienzan a dejar de lado los propios deseos e intereses, desarrollando un tipo de relación en la cual la autonomía y la independencia generan conflictos.
3ra señal: Búsqueda desde la carencia.
La obsesión no se trata únicamente de dar más allá de nuestro 100%, sino de hacerlo por el miedo personal a estar sol@s. En consecuencia, la conducta típica es esperar que la pareja llene vacíos.
4ta señal: Sensación de poseer.
Cuando lo que sientes es obsesión, la otra persona es vista como objeto -directa o indirectamente-. Esto lleva a creer que la pareja le pertenece, que debe estar siempre disponible y que debe ocuparse de la felicidad de quien está obsesionad@.
5ta señal: Comunicación disfuncional.
Una señal que distingue a los vínculos caracterizados por la obsesión es la comunicación disfuncional, confusa o nula. No porque en el amor la comunicación siempre sea asertiva, funcional y saludable, sino porque en la obsesión no hay ningún interés por trabajar en su desarrollo.
6ta señal: Rechazo de la responsabilidad.
Cada persona es responsable de lo que siente, dice y hace en cada uno de sus vínculos. Y en toda relación hay responsabilidad compartida, ya que todas las relaciones involucran más que una sola persona. En la obsesión no se asume la responsabilidad que es propia y se opta en cambio por atribuir culpa a la otra persona.
El amor: la contracara de la obsesión.
Si estas señales han encendido alarmas en ti, o hacen persistir dudas sobre qué estás sintiendo, aquí tienes la contracara:
- En el amor existe un deseo genuino de compartir momentos juntos, elegidos mutuamente y en un marco de libertad y honestidad.
- La comunicación y la empatía son fundamentales en una relación construida con amor.
- En el amor hay comprensión de que cada persona es individual y se respeta el espacio personal.
- Una pareja que se ama se apoya mutuamente y hace crecer al otr@, no le limita.
- En el amor nunca se ve a la pareja como una posesión.
- En el amor se asume la propia responsabilidad.
La intención de este artículo no es negar la presencia de cariño en la obsesión, sino que aunque lo haya, la obsesión viene desde la carencia, desde el “te necesito”. Y es esa necesidad a toda costa, a cualquier precio, la que tarde o temprano mata al amor. Porque el amor no nace de la carencia ni desde la desesperación.
En la obsesión se necesita, en el amor se elige.
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